El arte de la VHIDA con inmunodeficiencia

- noviembre 30, 2021

No necesitas experimentar algo en carne propia para aprender de ello, el VIH me ha enseñado cosas realmente importantes para diferentes aspectos de mi vida.

Trabajar con personas viviendo y conviviendo con el VIH en diferentes partes del país me permitió aprender sobre relaciones, salud, el cuerpo, sobre mi y sobre la vida en general, en esta ocasión quiero compartirte algunas de las más grandes lecciones que este virus trajo para mi persona en el acompañamiento profesional que por años realice a los infectados y afectados.

No es secreto que tengo problemas con el victimismo, una persona en modo victima saca lo peor de mi en poco tiempo y justo viene de este trabajo (Mi peor versión es una persona cortante y desinteresada). Vi muchas personas en condiciones tremendas salir adelante sin instalarse en la queja, por lo que no hay pretexto para tirarse al drama y a la desgracia, la actitud marca una gran diferencia en cada experiencia.

Se vale darse espacios para sentir, experimentar las emociones y aprender de ellas, pero instalarse ahí ya es mucha friega, desgasta la vida, las relaciones, el cuerpo y los sistemas.

Las personas que logran mantenerse indetectables (Carga viral baja, como para no ser detectada en las pruebas y defensas altas como para mantenerse saludable ante otras posibles amenazas) luego de un diagnostico de VIH tienen algunos aspectos en común con los que logran remitir situaciones de enfermedad como el cáncer o algunos otros problemas asociados a inmunodeficiencias adquiridas en el camino de la vida. Si a ellos les funcionan a nosotros ¿Por qué no?

En temas de salud y calidad de vida como en todo existen factores fundamentales para el éxito.

Además de todo lo que podría compartirte sobre autocuidado y cofactores, del VIH aprendí 3 claves para la vida que me han ayudado durante la crisis de la influenza y la del COVID, te comparto ahora mis 3 aprendizajes:

1 - Cuida de los cofactores o reforzadores de tu sistema inmunológico.

Estos aspectos de la vida te dan lo que no te puede dar ninguna vacuna o medicamento.

> Equilibrio entre actividad y descanso

> Cuidado del cuerpo

- Nutrición

- Hidratación

> Recibe apoyo emocional y espiritual

- Establece relaciones placenteras y nutritivas

> Evita drogas, alcohol y tabaco

- Gestiona tus emociones para mantener la tensión y el estrés en equilibrio

2 - Ninguna vacuna o medicamento te brindará las condiciones y fortaleza que te dan el autoconocimiento y autocuidado.

No tengo nada en contra de ellos, es bueno que existan y ayuden a miles de personas, pero no le dejes a ellos la responsabilidad sobre tu salud y bienestar. No pueden resolverlo todo, es mejor prevenir con cuidados evitando la exageración y el pánico, pues esto baja tus defensas, además de intoxicarte con sobrecargas de estrés.

No todos los cuerpos responden igual al medicamento así que mejor cuidarse, en mi caso la penicilina me causa alergia y algunos otros medicamentos relaciones extrañas, como veras no puedo depender de ello.

Para algunas personas que he acompañado los efectos secundarios de medicamentos también resultan agresivos, durante la crisis del covid por ejemplo a muchos les atendieron con antirretrovirales y les fue muy bien, para mi padre eso casi lo llevo a la muerte, por suerte la doctora se dio cuenta que reacciono mal y al cambiar el medicamento mejoro sin secuelas en corto tiempo.

Jamás dejes lo que es tuyo e interno completamente en manos de algo externo. Cuida de tu salud en cada aspecto y de tu cuerpo para requerir de fármacos y tratamientos químicos o quirúrgicos lo menos.

Si los requieres tampoco te niegues a ellos ni te prives de recibirlos si tienes acceso.

3 - Una comunidad apropiada siempre te refuerza y alienta para mantenerte con la frente en alto y mirando para adelante.

Múltiples estudios confirman lo importante que es para la salud mantenerte vinculado con personas que te nutran cada día.

Mantenerse lo más sano posible es un trabajo de autocuidado diario y una alta dosis de amor propio, el suficiente para poder establecer limites y prioridades con firmeza y claridad.

Nadie más puede brindarte lo que tú no te has dado, cuida y ama todo lo que hay en ti, tanto como todo aquello que puede surgir.

HAGAMOS DE TU BIENESTAR UNA REALIDAD