CONOCE TU FUENTE DE RIQUEZA (2/3) VASIJA DE LOS DESEOS

 

Esta segunda vasija muestra la expresión del balance entre los anhelos y los deseos. Requieres para nutrir su flujo de la satisfacción de las necesidades cubiertas. 

Algo muy interesante sobre la palabra deseo es su origen y ahora veras lo que hay detrás de ella. 

Viene del latín vulgar desidium 'ociosidad, deseo, libido'. Desidium proviene del latín clásico desidia 'ociosidad, pereza', cuya raíz es el verbo desidere 'permanecer sentado, detenerse', que se compone del prefijo de- y el verbo sedere 'estar sentado', désirer 'desear' o el inglés desire 'deseo'.

Representan cosas con las que soñamos, mas no siempre actuamos para lograrlas. 

¿Cuántas veces has sentido deseo de hacer algo realmente importante para mejorar tu calidad de vida sin hacer nada para conseguirlo? 

La palabra anhelo se asocia con "deseo intenso de conseguir algo" y viene del verbo "anhelar" originado en el latín anhelare = "respirar con dificultad, jadear". 

Son esos deseos tan profundos e intensos que oprimen el pecho y dificultan respirar o seguir con la vida sin mirarlos, es difícil no mirarlos o dejarlos pasar. Algunos dicen que vienen del alma.

¿Hay algún anhelo en tu corazón que has estado evitando? 

Quizá porque te conflictúa mirarlo y ver lo mucho que tus acciones te han alejado. 

Todo lo que incrementa la tensión puede frenar tu crecimiento, pero esto no siempre es tan malo, incluso puede ser aprovechado, siempre y cuando no te este intoxicando o asfixiando. 

Realiza un inventario de los anhelos y deseos que tienes para cada área de tu vida. 

Considera: salud y condición física, relaciones, familia, carrera, economía...

Escribe una lista tan rápido y tan larga como puedas. Enlista un mínimo de 8 deseos para cada área que quieras explorar o transformar.  

Deseo ________

Deseo _______

Deseo ________

Lo que en realidad deseo es ______

Lo que mi alma en verdad desea es ______

Desde mi ser deseo ________

Al completar con lo primero que venga podrás ir viendo lo que en verdad es un anhelo. 

Algunas culturas dicen que los anhelos se arrastran de otras vidas y en ocasiones toma varias poder alcanzarlos. Para algunos son una fuga de recursos, para mi pueden ser el norte, ese punto de referencia que te dice ha que viniste. 

Algo que he visto una y otra ves con los procesos de forma-acción y el acompañamiento desde REC y el GIR es que los deseos momentáneos que no están vinculados a una necesidad esencial y se alinean más con presión social, apegos y creencias representan una verdadera fuga de recursos y energía.

Si en esta vasija de tu fuente creciera un árbol de los deseos, tendrías que podarlo 1 o 2 veces por año para que te de verdaderamente frutos deliciosos. 

En la naturaleza los arboles más pequeños consumen menos recursos en su estructura y por tanto tienen frutos con mayor concentración en dulzor, aroma..., aprovechan los recursos en la maduración de los frutos y no en las hojas o las ramas. Dan más frutos, se caen menos las flores... podar los arboles les ayuda a ser más productivos y aportar más a su entorno. 

El estrés y la tensión crean concentración y si aprendes a regularlos puedes usarlos a tu favor. Un exceso te lleva a una concentración que reduce el rango de visión, separa y desconecta del entorno, te enferma y envenena tus relaciones. 

Dibuja tu árbol de los deseos y dale una buena podada eliminando las ramas que se han llenado con exigencias sociales y otras cosas que no vienen de tu alma o en el fondo no van realmente contigo. 

Eliminar algunos frutos y acortar las ramas dará espacio para que crezcan y se desarrollen los que de verdad nutren la verdadera expresión de tu ser y su potencial. 

RECUERDA que todas las vasijas de tu fuente se retroalimentan entre si. 

Muchos de tus deseos en la vida adulta nacen de las necesidades emocionales y afectivas insatisfechas durante tu más tierna infancia.

Napoleón Hill en varios de sus libros nos habla de la importancia del deseo ardiente que va más en el rumbo del anhelo o el deseo del corazón que en el del deseo superfluo y meramente material o momentáneo que consume recursos importantes que se restan a los otros. 

Este deseo ardiente facilita establecer prioridades y administrar los recursos para facilitar la vida, incluso el alcance de los objetivos, la productividad, el rendimiento y permite crear mejores estrategias con principios y valores muy claros. 

Aprender a diferenciar y seleccionar tus deseos te permite y facilita balancear tu vida. 

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