ACCIONES CON LA NIÑEZ PARA ENFRENTAR UN ENTORNO COMPLEJO
Como muchos saben los niños y adolescentes son mi mayor interes en cada comunidad con la que trabajo en empoderamiento y bienestar, el juego y el proceso creativo de las artes son mi herramienta principal.
Tengo fe en la capacidad de cada niño y en su sabiduria, incluso en la de los más pequeños, en este caso nos centraremos en
los mayores de 9 años (niños o adolescentes) pues son quienes pueden, con mayor
facilidad, ser partícipes de su propio cuidado básico y protección con algo de
acompañamiento.
Mi postura puede ser criticada e
incluso puede no ser compartida o cuestionada hasta por los propios niños en un
principio, pero ya ha sido confirmada por diversos grupos e individuos.
He aprendido mucho de cada uno de los niños con que he trabajado de distintas formas como cuidadora, como terapeuta, como educadora...
En otra ocasión hablaremos de emergencias y prioridades con respecto a la niñez, en estas
líneas solo quiero poner en evidencia que los valores más preciados jamás se
ponen en manos inexpertas, y qué persona más experta puede haber sobre la vida
de un niño que el propio niño, el conoce su casa, su escuela, su familia y
dependiendo de su edad la conoce en menor o mayor medida, por eso es que
también puede participar activamente en su desarrollo y el de su entorno.
En una ocasión trabajando con un
grupo de niños de 3 a 6 años dentro de una comunidad irregular, de la cual
también atendía adolescentes en la preceptora del municipio, le pregunte a un
chico de unos 12 o 13 años porque siempre acudía a la sesión aunque ese día no
le tocara, pues era mi día de trabajo con los pequeños a lo que él respondió, -
me gustan los cuentos, y he aprendido cosas que no sabía cómo la mezcla de los
colores que recuerdo gracias al cuento de Pinta ratones. Este mismo chico que
en el espacio era muy dulce y tierno un día se estaba apedreando y peleando
afuera con otros al momento en que me vio llegar. La pregunte qué pasó, a lo
que me respondió – allá afuera si me quieren pegar me tengo que defender, en
las calles no tenemos la misma seguridad que podemos tener aquí. Yo hoy me sigo
preguntando ¿Porqué no? Parece una pregunta tonta de manera superficial.
Este y otros chicos de contextos
similares me enseñaron que si los golpes
y los gritos es lo que existe todo el tiempo en tu casa, se replica en las
calles y donde sea, es por eso que no se puede tener la misma seguridad que les
brinda el espacio de trabajo, hasta que el trabajo comienza a permear la
familia y la comunidad.
Un contexto tocado por el proceso
creativo y la expresión artística se va alquimizando (depurando, reorganizando,
transformando…) La convivencia, el afecto, el apoyo y la gestión emocional
tienen un gran efecto en hacer que la belleza que se ocultaba tras la violencia
o la complejidad pueda comenzar a brillar a través de ella y porque no un día
tener todos una vida armónica, prospera y bella.
Los niños en la clínica de
atención externa, me enseñaron que no se requiere hablar de amor o de Dios si
en tus actos logras expresarlo, el arte como lenguaje logra facilitar tantas
cosas como el contacto, el respeto y el buen trato,… se puede leer entre líneas
y hasta el niño más agresivo y enojado, podrá ser rápidamente uno alegre y empoderado
que al despedirse luego de unas cuantas sesiones te bendiga a ti y a tu camino
por lo que con tu paso le has dejado, ya que suelen asociar al facilitador el
proceso. Uno par de ellos al preguntarles que les gustaría que se recordara de
ellos cuando ya no estén solo dijeron que su nombre. Que importante puede ser
para un niño y para cualquiera escucharte decir su nombre al despedirte.
Como esas tengo muchas historias
más donde los niños y personas que yo pensaba que por su edad ya no tenían una cierta
necesidad, me enseñaron que, sobre ellos, son ellos quienes saben más. Es por
ello que, aunque yo diseño procesos, métodos, metodologías… siempre son
estructuras simples, adaptables al contexto, con el fin de facilitar el
arranque de un proceso de interacción del que posteriormente si se da la
apropiación ellos pueden adueñarse y hacer cuanto les permita su imaginación.
Tan fácil que un niño con más de
9 años lo puede comprender y aplicar sin dificultad, tan estructurado que un
terapeuta, profesos, pedagogo o trabajador social lo puede utilizar. Se puede trabajar con cualquier población para diversos fines.
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